martes, 29 de julio de 2008

Mis primeros veinte

Y pensar que hace veinte años nací y no sabía nada más que llorar. Ahora con algunos dedos de frente, que no sé si llegan al par, reflexiono sobre mi recorrido en el camino de la vida, por si realmente han valido la pena, o si los he aprobechado como debería. Cierto es que se me queda un sabor un tanto amargo, en referencia a que podría haberme exigido algo más de esfuerzo en algunas facetas. Me viene a la mente el pensar a mis doce cuando me imaginaba ya con veinte, toda una proeza, lo que sería de mí. Era una idea totalmente impensable hoy por hoy, supongo que he evolucionado, pero me quedo insatisfecho, incompleto. He extinguido, o mejor dicho, el tiempo ha extinguido dos etapas importantes de la vida; la infancia y la adolescencia, y creo que ahora se me hecha encima, la más importante de todas, la que debe encaminar el futuro de las demás siguientes, por lo que debo de ser un poco más ambicioso, marcarme unas metas atractivas y conseguirlo con caché personal que intento ir forjando poco a poco y responsabilidad que va madurando a medida que se gasta el tiempo.

Me propongo disminuir la holgazanería lo más que pueda, la prepotencia y cabezonería, creo que son mis mayores defectos. Por otra parte quiero mejorar mi capacidad de saber, las ganas de abarcar los máximos conocimientos posibles, seguir siendo lo activo que llego a ser, y crecer en una aplastante y competitiva sociedad. Hablando hoy con un buen amigo, he de decir, que me siento con ganas de intentar llegar lejos, de manera pausada y con cabeza, y pienso que es el camino adecuado para llegar a donde sea.

Esfuerzo, Respeto, Constancia y Cabeza

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio