lunes, 18 de enero de 2010

La última carta

Hola Sara,

Intento escribirte esto desde lo más calmado. Siento que debo pedir explicaciones y me confundo pensando que te las debo de exigir a ti en vez de a mí. Pienso que debería parar y desistir porque no tiene sentido alguno. Creo que lo que he llegado a hacer no lo hace mucha gente y de peculiar manera me llena de algún tipo de orgullo. No entiendo, no comprendo ni acepto y es triste saber que por mi causa la amistad sea algo irrealizable, lo intenté al menos, pero no quiero seguir perdiendo el tiempo, ni quiero que el ciclo -que ya conozco bien- de una vuelta más. No lo considero una rendición sino una solución, no es lo que esperaba, ni lo contemplé una vez, sólo porque me cegaba la idea de que murieran todas las esperanzas, pero ahora, es todo más frío, más pseudo-sentimental y quizás haya cambiado yo para ser más matemático y calculador. Esta ecuación no tiene resultado positivo, por lo que mejor será cerrar calculadoras y guardar lápices.

Siempre es bonito recordar a alguien por lo bueno que fue, seguro que se aprende de lo hecho ya en un futuro, cuando los flashes de recuerdos nos invadan. Es interesante y deja volar la imaginación cuando nos preguntemos que será de nosotros, es una sensación hermosa, y conlleva al pensar de que no debimos hacer lo uno o lo otro, pero hecho está y es lo que importa. Volver atrás quizás sea un error fatal, una estupidez. Más que decírtelo a ti me lo digo a mí mismo, porque me conozco como si me hubiera parido y es algo en lo que debo mantenerme firme, al fin y al cabo, fue una decisión tomada por mi impotencia.

Disfruta de tu vida, sé feliz sin mí, pues un mal bien es mejor que un mal a secas. No se me termina el mundo ni mucho menos, tan solo la decepción intenta invadirme, pero ahora fue el mejor momento, cuando ella es débil y ofrece menos resistencia. Sara quiero que al menos guardes esto, tan solo para que lo puedas leer luego, cuando lo encuentres por algún lado, yo haré lo mismo y lo reviviré por momentos, será una relación a distancia solo que sin habla, tan solo corazón y mente supondrán al otro. Puede que sea mejor así.

Un beso, te quiere _____

domingo, 17 de enero de 2010

El adiós

I
Las campanas suenan,
avisan de mi viaje
sin destino conocido.

El ambiente penumbroso
me unge de miseria
y ahoga mis inquietudes

Todos vienen a verme huir,
los restantes me esperan.

Es huida sin vuelta atrás
yo no quiero,
pero tampoco hago las normas


II
El viaje es tranquilo y agonioso
no hay nadie que me guíe
tan solo despedidas resignadas
aunque ninguna como la mía;

Tan triste y seria que no soy consciente
y me dejo llevar como hoja en río,
haciéndome seguir andando
aunque ni sé porqué ni a dónde.


III
Todo se va, todo viene
mas no coinciden.

Es un caos interno
difícil de digerir

La estabilidad de lo hallado
rompe conmigo mismo

Y nada es lo que hay
ni nada es lo que había.